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21 abril, 2005

Hace bastante que no escribía nada.
Es que últimamente estoy con muyy poquito tiempo para mí.
Novedades? Casi ninguna. Digamos que todo igual.
Me estaba por comprar una computadora nueva, pero aborté la idea porque se me cruzó algo que (no digo lo que es porque capaz que se pincha) me encantaría realizarlo.
Después, que mas para contar. Volvió a la normalidad la amistad con fede (tras haber transitado por una peleita.
Debo confesar que el fin de semana fui a club, y me aburrí un poco. Alguien me cree si digo que en un momento de la noche compré con Danny una botella de O2, y ni siquiera me dieron ganas de terminar mi copa, dejando la botella prácticamente llena en las garras de mi amigo? Bueno, si; paso eso. No pude ni terminar mi copa.

El otro día, mientras miraba vidrieras, vi un saco muy bonito. Entré al local, miré la prenda, saqué la billetera, pregunté el precio… salí del local y dije en voz alta: “ni en pedo!”

En análisis matemático 2, estoy mas perdido que chupete en el culo… hay alguien que me pueda explicar algo? Auque sea que me haga recordad como sacar un límite cuando tiende a infinito. Maldito análisis matemático I y II. (y física I y II)

Bueno, me voy a dormir porque estoy masticando cinta scotch y me está pegando, a tal punto que ahora me cayó el bajón jeje

pero antes de irme, quiero dejar escritas 3 palabras:

Feliz cumple Fede.

16 abril, 2005

Fue la gota que rebalsó el vaso.

Hoy aclaré un par de cosas que desde hace tiempo me molestaban como cual piedra en el zapato..

Le dije todo lo que pensaba a Fede con respecto a las toma de decisiones suyas. Una charla media traumática y con un toque bastante elevado de bronca (de mi parte) y porque encima él tenía que decir algo y no lo dijo.
Fue una charla larga, que creo que valió la pena, pero no cumplió su cometido al 100 %


Decido también en No publicar la última parte de la super “novela” que estaba publicando, por el desinterés que todos pusieron.

No se si a partir de este suceso -el primero descrito-, voy a cambiar mi manera de pensar, pero ahora sé y lo digo sin problemas (y con un nudo grande en la garganta), que hay cosas que no tolero, y me pone muy mal soportarlas.

Espero que hoy sea un punto clave entre la amistad que tengo con fede.
Que no se quiebre la relación, pero que tampoco siga como está siendo ahora.

13 abril, 2005

Capítulo tercero…

al fin ella dijo:

-Guárdame en tu recuerdo, nada mas, y Jesús:
-No olvidare tu bondad, y luego llenándose de animo : no te olvidare,

-Por que? Sonrió la mujer
-porque eres hermosa.

-Pues no me conociste en tiempo de mi belleza.
-Te conozco en la belleza de ahora.

Se apago la sonrisa de ella : Sabes quien soy? Que hago? De que vivo?

-Lo se.
-Solo tuviste que mirarme y ya lo supiste todo.
-No se nada.
-Que soy prostituta.
-Eso si lo se.
-Que me acuesto con los hombres por dinero.
-Si.
-Eso es lo que te decía, que sabes todo sobre mi.
-Solo se eso.

La mujeres sentó a su lado, le paso la mano suavemente por la cabeza, le toco la boca con las punta de los dedos, -si quieres agradecérmelo quédate este día conmigo.
-No puedo.
-Por que?
-No tengo con que pagarte.
-Gran novedad esa.
-No te rías de mi.
-Tal vez no lo creas, pero mas fácilmente me reiría de un hombre que llevara bien llena la bolsa.
-No es solo cuestión de dinero.
-Que es, entonces?

Jesús se callo y volvió la cara hacia el otro lado. Ella no lo ayudo, podía haberle preguntado eres virgen, pero se mantuvo callada, a la espera. Se hizo un silencio tan denso y profundo que parecía que solo los corazones sonaban, mas fuerte y rápido el de él, el de ella inquieto con su propia agitación.

Jesús dijo: Tus cabellos son como un rebaño de cabras bajando por las laderas de las montañas de Galad. La mujer sonrió y permaneció callada, después Jesús dijo, Tus ojos son como las fuentes de Hesebon, junto a la puerta de Bat-Rabin .La mujer sonrió de nuevo pero no hablo. Entonces volvió Jesús lentamente el rostro hacia ella y le dijo: no conozco mujer.

Maria le tomo las manos, -así tenemos que empezar todos, hombres que no conocían mujer, mujeres que no conocían hombre, un día el que sabia enseño, el que no sabia aprendió.
-Quieres enseñarme tú.
Para que tengas otro motivo de gratitud.
Así, nunca terminare de agradecerte.
-Y yo nunca acabare de enseñarte
.
Maria se levanto, fue a cerrar la puerta del patio, pero primero colgó cualquier cosa por el lado de afuera, señal que seria de entendimiento para los clientes que vinieran por ella, de que había cerrado su puerta porque llego la hora de cantar, Levántate viento del norte, ven tu viento del mediodía, sopla en mi jardín para que se dispersen sus aromas, entre mi amado en su jardín y coma de sus deliciosos frutos. Luego juntos, Jesús amparado como hiciera antes, en el hombro de Maria, prostituta de Magdala que lo curó y lo va a recibir en su cama, entraron en la casa, en la penumbra propicia del cuarto fresco y limpio. La cama no es aquella rústica estera tendida en el suelo, con cobertor pardo que Jesús siempre vio en casa de sus padres mientras allí vivió, este es un verdadero lecho, como aquel del que alguien dijo, adorne mi cama con cobertores, con colchas bordadas con lino de Egipto, perfumé mi lecho con mirras, aloes y cinamomo. Maria de Magdala llevo a Jesús hasta un lugar junto al horno, donde era el suelo de ladrillo, y allí, rechazando el auxilio de él, con sus manos lo desnudó y lavó, a veces tocándole el cuerpo aquí, aquí y aquí con la punta de los dedos, besándolo levemente en el pecho, y en los muslos , de un lado y del otro.

Estos roces delicados hacían estremecer a Jesús, las uñas de la mujer causaban escalofríos cuando le recorrían la piel, No tengas miedo , dijo Maria de Magdala, lo seco y lo llevo de la mano hasta la cama, Acuéstate, vuelvo enseguida.

12 abril, 2005

Capítulo segundo…

(la pregunta...)

...Empieza a pensar que la mujer es una prostituta, no porque tenga una especial habilidad para adivinar profesiones a primera vista, aún no hace muchos días el mismo podría haber sido identificado por el olor que trasudaba a ganado caprino, y ahora todos dirían, es pescador, se le fue aquel olor, vino otro que no trasuda menos.

La mujer huele a perfume, pero Jesús, pese a su inocencia, que no es ignorancia, pues no le había faltado ocasiones de ver como procedan carneros machos cabrios, tiene sentido de sobra para considerar que el buen olor del cuerpo no es razón suficiente para afirmar que una mujer es prostituta. Realmente, una prostituta debería oler a lo que más frecuenta, a hombre, como el cabrero huele a cabra y el pescador a pescado, aunque, tal ves, quien sabe, esas mujeres se perfuman tanto justamente porque quieren esconder, disimular o incluso olvidar el olor a hombre.

La mujer apareció con un tarrito y venia sonriendo como si alguien, dentro de la casa, le hubiera contado una historia divertida. Jesús la veía acercarse, pero, si no lo engañaban sus ojos, ella venia muy lentamente, como ocurre a veces en los sueños, la túnica se movía, ondeaba, modelando al andar el balanceo rítmico de los muslos, y el cabello negro de la mujer, suelto, danzaba sobre sus hombros como el viento hace que dancen las espigas en el trigal.
No había duda, la túnica, era de prostituta; el cuerpo de bailarina; la risa de mujer liviana.
Jesús, en estado de aflicción, pidió a su memoria que lo socorriese con alguna de las apropiadas máximas de su celebre homónimo y autor, Jesús, hijo de Sira, y la memoria le respondió, susurrándole discretamente, desde el otro lado del oído, huye del encuentro con una mujer liviana para no caer en sus celadas, y después, no andes mucho con una bailarina, no sea perezcas en sus encantos, y finalmente, nunca te entregues a las prostitutas si no quieres perder tus haberes y perderte tu mismo, que se pierda este Jesús de ahora bien pudiera acontecer, siendo hombre y tan joven, pero, en cuanto a haberes... esos ya sabemos que no corren peligro porque no los tiene, por lo que el mismo se hallará a salvo. Llegada la hora, cuando la mujer antes de cerrar el trato le pregunte, ¿cuánto tienes?.

Preparado para todo está Jesús, por eso no le sorprende la pregunta que ella le hace mientras, colocado ahora el pie de él sobre la rodilla de ella, le cubría de ungüento la herida, Cómo te llamas?, Jesús fue la respuesta, y no dijo de Nazaret porque antes ya lo había declarado, como ella, por ser de aquí donde vivía no dijo de Magdala, cuando, al preguntarle él a su ves el nombre, respondió que Maria.

Con tantos movimientos y observaciones, acabo Maria de Magdala de vendar el dolorido pie de Jesús, rematando con una sólida y pertinente atadura, Ya está, dijo ella, como puedo agradecértelo pregunto Jesús, y por primera vez sus ojos tocaron los ojos de ella, negros, brillantes como azabache, de donde fluía, como agua sobre agua corriera, una especie de voluptuosa veladura que alcanzó de lleno el cuerpo secreto de Jesús. La mujer no respondió de inmediato, lo miraba, a su vez, como valorándolo comprobando que clase de hombre era. Que de dineros ya se veía que no andaba bien provisto el pobre joven.

11 abril, 2005

Capítulo Primero...

Hay personas inteligentes, personas sabias, personas cuerdas, honestas, mentirosas, cobardes, autosuficientes, leales y hay personas que dedican su tiempo libre a contar historias

Me remito a lo último dicho. Les voy a contar una historia, verdadera o falsa, es lo mismo…

Como es bastante larga y sé que a la mayoría de ustedes les molesta bastante leer mas de 2 hojas de corrido, decido que lo mejor es hacer un post dividido en capítulos. Así va a ser, un post en 4 capítulos.

La historia, ya todos la conocen. Pero seguro que lo que vas a leer no es la versión que vos conocés.

Capítulo primero

Maria de Magdala

.....Sin embargo quiso el destino que al atravesar la ciudad de Magdala, se le reventase una herida del pie que tardaba en curarse, y de tal modo que parecía que la sangre no quería parar. También quiso el destino que el peligroso accidente ocurriera a la salida de Magdala, casi al frente de una casa que estaba alejada de las otras, como si no quisiera aproximarse a ellas, o ellas la rechazaran.

Viendo que la sangre no daba muestra de restañarse, Jesús llamo, He!! los de adentro, dijo, y acto seguido apareció una mujer en la puerta. Era como si estuviera esperando que la llamasen, aunque, por un leve aire de sorpresa que insinuó su cara, podríamos pensar que estaba habituada a que entrasen en su casa sin llamar; lo que, si bien consideramos las cosas, tendría menos razón de ser que en cualquier otro caso, pues esta mujer es una prostituta y el respeto que debe a su profesión le manda que cierre la puerta de la casa cuando recibe un cliente.

Jesús que estaba sentado en el suelo, comprimiendo la desatada herida. Hecho una mirada rápida a la mujer que se acercaba, Ayúdame dijo y auxiliándose de la mano que ella le tendía, consiguió ponerse de pie y dar unos pasos, cojeando. No estas en situación de andar, dijo ella, entra que te curo la herida. Jesús no dijo ni si ni no, el olor de la mujer lo aturdía, hasta el punto de desaparecerle, de un momento a otro, el dolor que le provocara la llaga al abrirse, y ahora, con un brazo sobre los hombros de ella, sintiendo su propia cintura ceñida por otro que evidentemente no podía ser suyo, percibió el tumulto que le traspasaba el cuerpo en todas las direcciones, si no es mas exacto decir sentidos, porque en ellos, o en uno que tiene ese nombre, pero no es la vista ni el oído ni el gusto ni el olfato ni el tacto, aunque pueda llevar una parte de cada uno, ahí es donde todo iba a dar, con perdón.

La mujer le ayudo a entrar en el patio, cerro la puerta y lo hizo sentarse, Espera, dijo. Entro y volvió con una vasija de barro y un paño blanco, lleno de agua la vasija, mojo el paño y, arrollidandose a los pies de Jesús, sosteniendo en la palma de la mano izquierda el pie herido, lo lavo cuidadosamente, limpiándolo de tierra, ablandando la costra rota de la que salía, con la sangre, una materia amarilla, purulenta de mal aspecto. Dijo la mujer no va ser el agua lo que te cure, y Jesús dijo Solo te pido que me ates la herida para poder llegar a Nazaret, allí la trataré (iba a decir: “mi madre me la tratará”, pero se corrigió, pues no quería parecer ante los ojos de la mujer como un chiquillo que, por un tropezón con una piedra, se echa a llorar , Mama, mamíta, a la espera de una caricia, un soplo suave en el dedo ofendido, un toque dulcificante de los dedos, no es nada hijo mío, ya paso.

De aquí a Nazaret todavía tienes mucho que andar, pero si así lo quieres, espera al menos hasta que te ponga un ungüento, dijo la mujer y entro en la casa, donde tardo un poco mas que antes. Jesús dio una vuelta alrededor del patio, sorprendido porque nunca había visto algo tan limpio y ordenado.

08 abril, 2005

Robando con letras...

Sin ideas decido postear un tema que me gusta mucho

Peces de Ciudad

Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d'Austerlitz.
Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.

Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.

En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,
pero en desolation row
las sirenas de los petroleros no dejan reír ni volar
y, en el coro de Babel, desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.

Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo, que no merecen nadar.

El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.

Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.

Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje, de un liguero de mujer.

Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de
de los peces de ciudad
que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.

Joaquín Sabina

02 abril, 2005

Mis amigos

Un mail de Carla me preguntó sobre el por qué de la vuelta de amistad con el negro y bona.
Mi respuesta iba a ser: “decido que hay cosas que es mejor agradecerlas y no preguntar tanto” Pero me dí cuenta de que en esta página hay más cosas “tristes” que alegres o buenas, por lo tanto, aquí voy a contar como fue el reencuentro con mis amigos Bona y El Negro.

Era jueves santo y tenía ganas de salir; no quería pasar la noche encerrado en mi casa.
Llamo por teléfono a Fede y quedamos en ir a comer a una parrilla un poco de asado o algo de eso.
Mi hermana no tuvo mejor idea que venir conmigo. Confieso que la idea no me gustaba mucho… pero bueno, en el fondo no soy muy malo

Llegamos al restorán, -una parrillita chiquita pero en donde se como bien-. Linda carne.
Nada de lujos, nada sofisticado, un mozo gay, una moza hermosa entre otras, mucha gente (a pesar de ser jueves santo y sabiendo que en ese lugar no hay otra cosa que no sea carne.).
Comí (mos) bien. De ahí nos fuimos al parque cervecero a tomar cervecita negra. Y la última parada fue la heladería Via Cosenza.
Antes de que se nos termine el helado y de haber hablado muchas incoherencias toda la noche con fede y tongas, vimos que venían el negro y bona. Iban justamente al bar de enfrente de la heladería.
Empezamos a hablar, al principio bastante secamente, hasta que después empezamos a recordar las viejas épocas gloriosas en elsieland, aquellas noches de los viernes. De las salidas a los distintos lugares, de las noches de alcohol, de las vueltas de levante, del estacionamiento en dónde dejabamos el auto y tomabamos porquerias... tambien hablamos de los amigos que justamente no son mas amigos y todas esas cosas que se hablan cuando por una cosa u otra se deja de ver y o hablar con amigos.

No sé muy bien el porqué de la separación que sufrimos con los chicos. Pero de todas formas esa noche nos importó poco.

Así a fede, no se le ocurrió idea mejor que la de proponer salir el sábado siguiente todos juntos a club xxi.
Todos aceptamos y yo por dentro me dije (esto es buenísimo)
Nos despedimos y ellos se fueron para el bar y yo llevé a los mellis a su casa.
Yo tenia ganas de ir al bar, pero como estaba con mi hermana y ella no quería hacer nada, no fui egoísta y nos fuimos nosotros también a casa.

Y así fue que al sábado siguiente fuimos todos a club, nos cagamos de risa, yo me emborraché, conocí a la novia del Negro (los molesté tanto que creo que ahora la chica me odia je), además de eso pasé papelones con sandrita, con la amiga de sandrita, con gery y no sé con cuantas personas más.

Recuerdo una frase de alguien que alguna vez dijo “esto se llama recuperar amigos”
esto es verdad y por eso, estoy contento.